Impulsa Tu Productividad
Sentarse con la intención de realizar un trabajo por más de tres horas es en vano y fatigante.
Más frecuentemente de lo que crees, tu o puedes fallar en tu tarea, por la falta de poder envisionado, o estarás ardiendo en el deseo de nunca haber comenzado. Estos puntos negativos te hacen menos acaecido a repetir tales tareas.
¿La solución? Cuando te sientes a trabajar, no lo hagas por más de 30 minutos. Trabaja por lapsos de 30 minutos, después deja 5 minutos para reposar, estirar las piernas, tomar una taza de café, checar tu e-mail, lo que sea. Después del descanso, retorna a tu trabajo o intercambia tareas. Treinta minutos es una razonable meta a la mano.
Por sólo trabajar 30 minutos, es más sencillo observar cuando te aproximas a un rendimiento decreciente. Al finalizar cada unidad de tiempo, reevaluas tu energía, cuánto te falta por hacer y cuáles otras prioridades hay en tu vida.
Treinta minutos es un pequeño rango de tiempo, pero útil al fin de cuentas, y es posible sacarle al máximo el jugo a estas porciones de espacio durante el día. Si empiezas a pensar en fragmentos de treinta minutos, encontrarás tu comodidad.
Trabaja menos, siéntete más feliz y rinde más.
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Muy buen consejo.
Despejarte cada cierto tiempo ayuda mucho.