EVIL DEAD: EL MUSICAL

Los que me conozcan bien sabrán que la trilogía de Evil Dead me parece una de las mejores en cuanto a cine serie B de horror nos referimos. Para quien no sepa, de rápido les comento que las películas serie B son las que comunmente denominamos como "cutres", dicho de otra manera, películas de bajo presupuesto.

Evil Dead convirtió a Bruce Campbell como toda una personalidad en las series B, contando incluso con participaciones en el Hollywood que conocemos. Y qué decir de Sam Raimi, quien años después dirigiría el súper blockbuster Spiderman y sus secuelas. No, señores, Evil Dead es simplemente una película de culto.

Y ahora un musical. Qué cómo está éso. ¿Musical? ¿Película de horror cutre a musical? Sí. Y es una de fanfarrias increíbles.

Vean nada más.


Ah. Cómo les quedó el ojo. Una de salpicaderas que debe haber. Primera fila no recomendada.
Esperemos que llegue a México con calidad y prestigio. Creo.

APOCALIPSIS

Imagina lo siguiente. Primero quiero que te recuestes, o en su defecto, te pongas en la posición más comoda que encuentres. Ahora sólo me oirás. Contaré del uno al seis. Cuando termine, regresarás de tu letargo.

  1. Estás caminando en México. En el Distrito Federal. Estás ahí porque tu economía te obliga. Te dijeron que encontrarías un trabajo mejor pagado en la ciudad. Que las oportunidades eran mayores y todo saldría a flote. Aunque bien sabías que el puto capitalismo te lo impediría. Pero hoy no hay trabajo, así que decides salir a caminar.

  2. Sudas, pero hace frío. Sientes el rostro congelado de dolor y te pesa la carga. El frío se hace más frío y la noche se cierra más. Decides caminar libre por la plaza. Hay gente. Demasiada. Muy variada. En cualquier momento alguien podría apuñalarte y nadie se daría cuenta. Son las diez con cuarentaicinco y a esta hora uno puede morir de muchas formas. Pero sigues.

  3. Suena el celular. Te llama tu madre. Te pregunta que cómo estás, si te encuentras bien, si te han asaltado, si te han hecho algo. Respondes simplemente que en este pueblo malinchista las personas son buenas. Que el barrio en el que te encuentras es amigable. Y hay extranjeros. Claro, si se cargan a tiros a alguien, será primero a los extranjeros. Que hoy la noche es joven y seguro te encuentras con los colegas.

  4. Ves a unas gringas que pasan por un hostal. Rubias, dotadas y altas. Más altas que tú. Te asombras y la baba te cae. Y al tiempo que ellas se pierden entre la multitud, te percatas que una muchedumbre ansiosa avanza hacia tí. Están gritando. Uno de ellos Acaba de matar a alguien. Antes que puedas hacer nada, ya te han rodeado y te empujan.

  5. Sientes como un millar de cuerpos te sofocan y te exprimen. Tanto, que has perdido la sensibilidad de la piel. Entonces oyes un sonoro grito infernal. No comprendes nada. Al mismo tiempo las huestes responden al llamado con furia y vigor. Estás confundido y desconcertado. Sientes que te noquearon y violaron. Los cuerpos se arremolinan y te ahogas. Los gritos se difunden y te aturden. El cielo se prende de fuego y te deslumbra. Oyes el repique final y aparece la señal. Comprendes que tu hora ha llegado.

  6. Y sí. La hora ha llegado. Bienvenido a México.

SABIAS PALABRAS

VETE AL CARAJO HUGO CHÁVEZ HIJO DE PUTA

SEÑORES, HOY TENGO GANAS DE ESCRIBIR

Pues éso. Hoy tengo ganas de escribir. Un texto que sea melodramático. Un texto que sea infrascendental en este mundo carroñero. Hoy quiero escribir con el corazón para hacer punzón de mis mejores ideas, exprimirlas y lucrar con ellas. 

Que el arte de escribir no es para cualquiera. Primero necesitamos el impulso, luego la práctica y al final el producto. Y aún reuniendo estas cualidades, sigue siendo difícil poder escribir ese algo que atraiga interés general o elitista, no importa, pero que atraiga a lectores sin importar su estado mental. Que digo yo, soy un sociópata, tal vez. Y ahora llegan a preguntarme. Me pierdo con el ruido. Más si me hablan. Los humanos no somos multitarea. Otro acierto para mí.

"¿Qué es lo que escribes?" preguntan a mi lado. Yazco en mi cama a primera hora del día. ¿Qué tanto puedo hacer? Obviamente la pornografía no es escrita. A menos que sea literatura erótica o algún chat de la misma calaña, pero eñes, éso se me hace demasiado aburrido. "Escribo por el placer de escribir" la primera sinpensante idea que se me viene a la mente. 
Pero recaemos en lo mismo. Qué hago. Ah, chateo con alguien. No. Simplemente escribo por el placer de escribir. Que cómo está éso. El Marqués de Sade escribía por locura; Coelho por dinero; yo por placer.

La literatura siempre ha sido un punto que me ha picado desde que era chico. Bueno sigo siendo alguien que no va ni por la mitad de la mitad de la vida. No tengo ni cuarto de siglo y ya soy todo un-- estoy sin palabras para describir, que me viene una pero los dedos se tuercen.
El primer libro que leí. No recuerdo cuál fue. Pero propiamente la primera novela, si es que así le llaman, fue "Un Cuento de Navidad" de Charles Dickens. Novela muy popular. Todos hemos oído hablar de ella. Scrooge, y los fantasmas, bla bla bla.
La lectura fue un hábito constante que procuraba antes de dormir para así alimentar mis ansias. Era divertido, o así lo veía. Como dicen, el libro siempre es mejor que la película.
Los libros que más se quedaron esculpidos en mi mente fueron "El Retrato de Dorian Gray", "Harry Potter y El Cáliz de Fuego", "Humano, Demasiado Humano", "El Paraíso Perdido". Otros tantos leí y olvidé, o tengo un vago recuerdo sobre ellos.

Ultimamente la lectura tradicional, análoga de una novela, no la he practicado. Ya no. La lectura convencional se ha esfumado como algo mío y he pasado a ser parte del común mexicano que no lee. Ya no me gusta. Lo encuentro estresante, aunque interesante, pero tardado y desgastante. Ya no aguanto leer. Me es inconfortante. Pero la lectura corta, lectura periodística, es la que procuro cada nada. O sea. Ahorita... ahorita... ahorita. A cada rato. Me encanta leer. Inconscientemente.
Textos cortos, pero eso no implica que sean simples. Textos informativos, pero que no rodeen en exceso. Textos. Simples textos. No largas y tediosas novelas.

La última novela que leí fue "Los Viajes de Gulliver". Hace tres o cuatro años que supuse leería los clásicos de la literatura y adquirí el aludido libro además de "Robinson Crusoe". El primero casi lo acabo. El segundo aún está pendiente.
Por igual, hace medio año recibí como regalo a partir de propia petición la serie completa de "El Capitán Alatriste", novelón de Arturo Pérez-Reverte. Pero que apenas voy el por el primer libro de la serie. No puedo. Me cuesta. Me propongo y leo un rato, hasta que me harto, lo dejo, lo tiro, lo olvido y regreso. Y así me voy. Hasta que termine, proceso que tal vez perdure hasta dentro de dos o tres años si mi regularidad lectora sigue como va.

Pero hoy, hoy ha renacido en mí el yo escritor, amante de la las sabias letras. No digo el yo lector asiduo porque el yo lector está enterrado diez metros bajo tierra. El yo lector asiduo nunca regresará. O bueno, ya regresó pero revolucionado totalmente. Ya no leo una larga novela. Como dije anteriormente, leo textos. Leo textos. A cascoporro. Y tal vez juntándolos todos resulten el total de una larga novela. Que en 24 horas leo pero bárbaro. Aquí y allá. Vámonos barbón. Todo lo que encuentre. Revistas, blogs, manuales. Mas no novelas. Ni nada que suponga clavarse unas horas en la lectura con el plus de que sea tan largo que no acabe y tenga que proseguir otro día.
Pero reuniendo todos los textos que procesa mi mente sí obtenemos una novela. Varias en realidad. Y si juntara todos los textos y los pusiera en un mismo libro tendríamos un arte abstracto. Me volvería el Picasso de los libros. Aunque claro, tendría que ser yo el original y no hacer un mejor dicho, popurrí asqueroso.

Divago demasiado. Lo sé. En exceso. Me encanta. Lo amo. Lo odio. Estoy raro. Estoy original. Estoy copiando frases. Soy un genio. Un genio en potencia. Un genio tetramundista. Un genio divagante, presuncioso, narcisista, sociópata.

Hace años que no hacía una entrada. No creo que haga muchas más de aquí en adelante. El bachillerato me quita tiempo para pensar y escribir, además que estoy sufriendo una profunda vaciedad mental. Lo mismo con la lectura, aunque esta última ya no me agrada, mientras que la escritura me apasiona con intensidad. No existe forma más bella de plasmar un sentimiento sino en--- una pintura. Pero no vive manera más hermosa de expresar el amor, el odio, y todo lo que conllevan, como lo hace un escrito de agasajante cultura y puro sentimiento.

Señores, hoy tengo ganas de escribir. No sé para quién escribo o por qué. No sé cuál es mi impulso si ni siquiera tengo la inspiración suficiente. Pero me inspiro en la inspiración y escribo sobre la escritura y expreso la expresión. Mía es la musa y la pluma y el sentimiento.