Aires de grandeza

"Nuestros compatriotas deberán, conjuntamente con nosotros, enseñarse a resistir y a desobedecer a los que en el abuso en el poder pretendan seguirlos oprimiendo…

La resistencia activa, pero no violenta, a la que vamos a invitar, no pretenderá destruir a nuestros enemigos, sino hacerlos entender que la sociedad mexicana ya no admitirá más abusos… A mis contendientes de otros partidos, los invito a que de inmediato concertemos las siguientes acciones en favor de la democracia y el bien de México… el compromiso de no aceptar un triunfo dudoso, fruto de un proceso electoral poco transparente, manchado por la ilegalidad…"

Parecerá algo que diría López Obrador, pero lo escribió y declamó Manuel Clouthier en 1989, más bien conocido por ser candidato a la presidencia ese mismo año y sufrir un muy dudoso accidente automovilístico.

Vamos a lo siguiente. López Obrador ha dicho y hecho más o menos lo mismo, aunque claramente se ve que el señor tabasqueño ni ha sido pacífico, ni respetuoso, y mucho menos culto. Pero bien que ha imitado lo que hizo Clouthier, lo que hizo que Clouthier fuera un hombre que marcaría la historia de México.
Él organizó protestas de verdad, siendo verdaderamente marchas pacíficas, sin levantar carteles altisonantes o tener a gente violenta entre sus filas. Él declamó discursos originales, para contrastar al conocido gobierno corrupto, sin insultar o agredir.

El jotarro ese... Obrador ya obtuvo el poder cuando fue jefe del Distrito Federal. ¿Demostró grandes y nobles ideales? Se podría decir que demostró como derrochar grandes cantidades de dinero. ¡Vaya que nos obró encima!
No intentes imitar a Clouthier por un capricho tuyo Obrador. Hasta a tus mismo partidarios los tachaste de corruptos. Ni te sale bien, y cada día pierdes más credibilidad...