El Ché, mito del siglo

Proclamado como héroe y libertador, muchos ignoran la oscura verdad

He visto esta noticia veraz me ha encantado, y sin más modificar el canon original, les dejo la fiel entrada.


Este post es groseramente largo y con todo me he quedado corto, hay material en abundancia; es que el detalle no puede ser más repugnante, justo hoy, después que ayer miles de personas han dado su apoyo a la campaña por el cese de la masacre de inocentes en Birmania, después que miles de blogs nos hicimos eco de dicha campaña en contra del asesinato indiscriminado de opositores a un régimen dictatorial me encuentro una noticia cuyo titular es este:

Buscan difundir el "perfil humano" de Ernesto Guevara.

PDVSA publicará libro del "Che"

La nota fue publicada originalmente en el diario marabino “Panorama” pero yo la leí en “
Noticiero Digital” y no es algo que deba sorprender a nadie dadas las inclinaciones de nuestro régimen pero... es que hay que “echarle un camión de bolas”, como decimos en buen criollo, para encontrarle siquiera un esbozo de “perfil humano” a semejante asesino.

No pienso comentar el artículo aquí en mi espacio, (si les interesa pueden seguir el vínculo que les puse a Noticiero Digital), pues ya bastante malo es hacerme eco del anuncio de una apología de ese degenerado; de un tipo que después de hacerle el trabajo sucio a Fidel se dedico a sembrar la muerte por América Latina hasta su propia muerte en Bolivia; una muerte en la que, por cierto, Fidel está tan involucrado como en la “desaparición” de Camilo Cienfuegos...

Pero, como quiero contribuir a clarificar ese “perfil humano” del Ché, voy a hacer una semblanza de uno de los periodos estelares del Ché en el marco del terror post-revolucionario: la época en que dirigió la prisión de la Cabaña.


En la imagen se ve el "complejo" de La Cabaña, tomado de Google Earth y está señalado el lugar de los fusilamientos.


La entrada, por la que hoy siguen entrando cubanos pero no para ver su horror, sino para ver un centro dedicado al "Ché", con biblioteca, salón de conferencias, museo del "Ché", etc.


El fragmento a continuación fue tomado del periódico digital “Baleares Liberal”, se trata de una reseña de un artículo que escribió Vargas Llosa en Agosto del 2005 para el diario argentino “La Nación”:

En enero de 1957, como lo indica su diario de Sierra Maestra, Guevara mató a Eutimio Guerra porque sospechaba que estaba pasando información: "Acabé con el problema dándole un tiro con una pistola del calibre 32 en la sien derecha. Sus pertenencias pasaron a mi poder". Más tarde mató a Aristidio, un campesino que expresó el deseo de abandonar la causa cuando los rebeldes siguieron avanzando. Aunque se preguntó si esta víctima "era de verdad suficientemente culpable como para merecer la muerte", no tuvo reparos para ordenar la muerte de Echevarria, hermano de uno de sus camaradas, a causa de crímenes no especificados: "Tenía que pagar el precio". En otros momentos simuló ejecuciones sin llevarlas a cabo, como método de tortura psicológica”

(...)

José Vilasuso, abogado y profesor de la Universidad Interamericana de Bayamón, en Puerto Rico, quien perteneció al cuerpo que estaba a cargo de los procesos judiciales sumarios en La Cabaña, me contó: "El Che dirigió la Comisión Depuradora. El proceso se regía por la ley de la sierra: tribunal militar de hecho y no jurídico, y el Che nos recomendaba actuar con convicción. Es decir, con la convicción de que todos eran asesinos y de que la forma revolucionaria de proceder era ser implacables. Miguel Duque Estrada era mi jefe inmediato. Mi función era legalizar profesionalmente la causa y pasarla al ministerio fiscal, sin juicio propio alguno. Se fusilaba de lunes a viernes. Las ejecuciones se llevaban a cabo de madrugada, poco después de que la sentencia fuera dictada y confirmada en forma automática por el cuerpo de apelación. La noche más siniestra que recuerdo se ejecutaron siete hombres
."

Navegando la web encontré más declaraciones del mencionado
José Vilasuso, escritas por él mismo y dirigidas a desmentir la apología del Ché escrita por el suizo Richard Dido:

En enero de mil novecientos cincuenta y nueve trabajé a las órdenes del conocido dirigente en la Comisión Depuradora, Columna Ciro Redondo, fortaleza de La Cabaña.

Recién graduado de abogado y con el entusiasmo propio de quien ve a su generación subir al poder.

Formé parte del cuerpo instructor de expedientes por delitos cometidos durante el gobierno anterior, asesinatos, malversaciones, torturas, delaciones, etc.

(...)

De inicio componíamos los tribunales letrados civiles y militares, bajo la dirección del capitán Mike Duque Estrada y los tenientes, Sotolongo, Estevez, Rivero que terminó loco y los fiscales Tony Suárez de la Fuente, Pelayito apodado "paredón o charco de sangre," entre otros, quienes en su casi totalidad desertamos a causa de los excesos a la vista.
Posteriormente aforados sin instrucción legal, ocuparon nuestros puestos.

(...)

El primer procesado que tuve ante mis ojos se llamaba Ariel Lima.
(Atención al nombre, más información sobre este sentenciado más adelante).

(...)

Por aquellos días Guevara era visible con su boina negra, tabaco ladeado, rostro cantinflesco, y brazo en cabestrillo, (...), su consigna era de dominio público. "No demoren las causas, esto es una revolución, no usen métodos legales burgueses, las pruebas son secundarias. Hay que proceder por convicción. Es una pandilla de criminales, asesinos. Además, recuerden que hay un tribunal de Apelación."


El tribunal nunca declaró con lugar un recurso, confirmaba las sentencias de oficio y lo presidía el comandante Ernesto Guevara Serna.

(...)
De lunes a sábado se fusilaban entre uno y siete prisioneros por jornada; fluctuando el número conforme a las protestas diplomáticas e internacionales. Las penas capitales estaban reservadas a Fidel, Raúl, Ché y en casos menores al tribunal o al Partido Comunista. Cada integrante de pelotón cobraba quince pesos por ejecución y era considerado combatiente. A los oficiales les correspondían veinticinco.”

A continuación les ofrezco el testimonio de Don Javier Arsuaga, ex Sacerdote Franciscano y capellán de la prisión de La Cabaña. Tomado de: “
Contacto Cuba”. Esta entrevista fue realizada no hace mucho en el programa radial “Magazine Cubano” que se emite desde Puerto Rico.

Son testimonios crudos, el Sr. Arsuaga es entrevistado pues, por haber sido mencionado por Vargas Llosa en el artículo que citamos antes, se decidió a poner por escrito y desde su propia voz sus experiencias y testimonios sobre ese período de su vida en el libro: “Cuba 1959: La Galera de muerte”.

“Pues estuve tres años y pico de Párroco en Casablanca y los últimos 6 meses, o sea los 6 primeros meses de 1959 tuve que asistir a presos, gente del ejército y de la policía de Batista que iba cayendo detenida e iba siendo conducida a la cárcel de la Cabaña.

Se organizaron allí los tribunales de justicia, Ernesto Che Guevara era el que mandaba en la Cabaña, era el Comandante de la Cabaña.

Se abrió el paredón a principio de febrero de 1959

(...)

El 6 de enero ya el Che Guevara era el Comandante de la Cabaña, pues me presente a hablar con el Che Guevara y le dije:

Aquí vengo Comandante para pedirle un favor, que me deje seguir diciendo la misa para la tropa y que me deje asistir en la prisión a los detenidos.

El Che Guevara me contesta: No, lo primero no, aquí ya se acabaron esas cosas. Averígüeme quién tiene la llave de la Capilla esa de Santa Bárbara y se la daré, día y noche a la hora que quiera para lo que usted quiera, eso es suyo, trabajo le vamos a dar y mucho.

Efectivamente así mismo fue, tuve mucho trabajo

(...)

A Jesús Sosa Blanco, no lo conocí hasta la mañana del día en que sería juzgado en el palacio de los deportes (actual ciudad deportiva), en realidad estaba ya condenado por Fidel Castro.

En realidad Fidel Castro lo había condenado a el, a Pedro Morejón y a Luis Ricardo Grau, desde el primer discurso allá en Santiago de Cuba cuando dijo:

A esos tres vamos a fusilarlos.

Pero hizo el paripé del juicio. Bueno esa mañana yo sabía que en la tarde sería el juicio, el jefe de auditoria me lo había dicho… y caminando entre los presos me tope con Sosa Blanco, estaba en aquel momento no se si repitiendo o diciendo por primera vez que sería llevado como los cristianos a las fieras en el circo romano

(...)

Cuando llegó la hora frente al paredón, me preguntó: Padre cuán cerca estará de mí.

Le dije: Aquí, mira aquí – saqué una cruz y la puse en alto- mira aquí la cruz, como si estuviéramos tú y yo solos con la cruz en alto.

Oí al jefe del pelotón gritando: ¡Pelotón atención, preparen, apunten, fuego!

Cuando Pedro Morejón cayó al piso, yo aún seguía con la cruz en alto. Fue el primer fusilado.

(...)

Cuando le llego el turno a Luis Ricardo Grau, aun lo veo, aun veo la estampa, no lo puedo olvidar, la estoy viendo:

Oí el… ¡Pelotón atención, preparen, apunten, fuego!

A la palabra fuego, en todos los casos todos se desplomaban, Luis Ricardo Grau que era tan delgado, tan frágil, seguía de pie… le dispararon el tiro de gracia y solo entonces se desplomo.

(...)

El Capitán Alfonso dio la orden, se desplomó el cuerpo, nos acercamos, no estaba muerto, el moribundo seguía gimiendo y gritando: Padre, Padre…

Visiblemente asustado el Capitán Alfonso, no procedía a aplicarle el tiro de gracia, me agite y con señas le apremie que hiciera lo que tenia que hacer.

Sin inclinarse hacia el moribundo, quien sabe si con los ojos cerrados disparó y no se sabe adonde fue a parar la bala, el moribundo seguía gritando: Padre, Padre.

Se agolparon alrededor del moribundo Duque Estrada y otros Oficiales mientras el moribundo seguía gritando: Padre, Padre…

Le dije a Duque Estrada: Ya se cumplió la pena de fusilamiento, ya se cumplió la sentencia… llévenlo a un hospital.

Duque Estrada respondió: No, el fue condenado a morir y tiene que morir aquí.

El Capitán Alfonso disparo otro tiro de gracia, otra bala perdida y seguían los gritos del moribundo: Padre, Padre.

Agarré a Alfonso por la muñeca y acerqué lo que mas pude la mano a la cabeza del moribundo… le grite: dispara ya… dispara ya.

Disparó y el moribundo estremeció su cuerpo, con la respiración entrecortada, temblando le di la extremaunción, le dije: Descansa en Paz.

(...)

Ariel Lima fue condenado a muerte, lo mantuvieron como una semana en la galera de la muerte, apenas hablaba, vivía enajenado, vacío de si mismo, perdida la mirada, como ausente de lo que le estaba pasando, los demás prisioneros lo veían tan niño, tan solo, tan necesitado, le prometí que hablaría con Ernesto Che Guevara e intercedería por el.


Fui a hablar con Ernesto Che Guevara y el me dijo que eso no lo decidía él, que el Tribunal de Apelaciones era quien decidía eso y me pregunto por que debía anular la sentencia.

Le dije: Por dos razones, una por sentimiento humano por sus solos 16 años, la segunda por sagacidad política, porque al otro día de la muerte de este niño, la prensa mundial, en Estados Unidos, América Latina y Europa hablaría de que la revolución cubana carecía de sentimientos y que juzgaba por igual a adultos que a menores y que esto muy poco beneficiaria a la revolución.

Inútil, a más compasión que se le pedía al Che, con más crueldad respondía. En la vista se decidiría.

Fui a la vista de apelaciones, el Che sabía por qué estaba allí. La vista apenas duro media hora… ratificada la sentencia, sería fusilado aquella misma noche.

Cuando terminó me vio en la puerta saliendo con su comitiva, me dio un saludo y salió.

En su camino a la Comandancia… una mujer corrió al frente de ellos y se postro en el suelo delante de todos ellos. Alguien le dijo: Es la madre de Ariel Lima…

Le dijo: Le recomiendo que hable con el Padre Javier Arsuaga, es un maestro consolando.

Me miro y en tono burlón me dijo: Es suya.

Le ayudé a levantarse del suelo y le aconsejé que se retirara a su casa le dije: Señora trate de superar su tragedia y de seguir viviendo sin su hijo, encomiéndese a Dios. Nunca mas vi a esa mujer….

(...)

Cuando llegó la hora del juicio desde luego lo condenaron a muerte y en el juicio de apelación el Che Guevara decidió que le fusilaran aquella misma noche.

Esa misma noche, cuando yo le iba a informar a José Castaño que sería fusilado, se me acerca Duque Estrada y me dice:

Padre acompáñeme tenemos que ir a ver Fidel Castro para que pare esta ejecución.

Nunca me dijo por que quería hacer eso, un abogado me dijo que al parecer habría un canje de prisioneros con Estados Unidos… cosa que nunca creí.

Fuimos a ver a Fidel Castro, estaba dando uno de sus interminables discursos y nos pusimos a un lado y en un intervalo del discurso nos acercamos y le dijo lo que pedía y Fidel Castro cuando esta en trance de sus discursos no oye a nadie se oye así mismo y dijo: Esta bien, esta bien.

Yo fui a la Cabaña y le dije a José Castaño: Fidel Castro ha dicho esto, al parecer el dueño de la vida, te regala un día más de vida.

Cuando termino el discurso de Fidel Castro a eso de las 3 de la mañana, vinieron a buscarme, pregunté ¿que decidió el Che?… dijo que lo fusilaran.”

Hacia el final de esta entrevista, uno de los participantes, identificado como “Licenciado Pino” aporta datos sobre la cantidad de fusilamientos ordenados por el Ché:

“Yo tengo aquí la información que me acaba de confirmar el Doctor Armando Lago y la señora Cañizares y los oyentes pueden verificarlo en el sitio cubaarchive.org, fueron 164 en la Cabaña directamente con la firma de Ernesto Che Guevara, 6 fueron fusilados después que ya Ernesto Che Guevara no estuviera en la Cabaña, pero que la ejecución tenia su firma, 23 adicionales en Santa Clara, 14 en la Sierra Maestra, para un total de 216 fusilados.

Hay 15 adicionales que el NY Times reportó, pero que no han dado los nombres. Todos estos datos de cubaarchivo.org por lo menos tienen dos fuentes diferentes e independientes de verificación.

En adición a esto quisiera agregar, que el actual jefe de estado en Cuba, Raúl Castro, firmo la ejecución de 551, o sea mandados a fusilar por Raúl Castro. O sea 216 de Ernesto Che Guevara y 551 de Raúl Castro.”

Don Javier Arzuaga termina la entrevista con otra caracterización del Ché: “Nunca disimuló su crueldad, se presentó ante mi como lo que era, una persona entregada a su utopía, la revolución le pedía matar, mataba, le pedía mentir, mentía. Ese era el Che.”



El texto a continuación fue tomado de “
Alpha 66, Ventana a Cuba” en un artículo escrito por Roberto Jiménez.

“En 1972 visité la Cabaña. El espectáculo que presencié es inolvidable. Allí se encontraban miles de presos plantados, cubanos opositores al régimen castrista, entre ellos el ex comandante Huber Matos, condenado a veinte años por no aceptar el comunismo.


Basta leer el capítulo del excelente libro de Matos "Cómo llegó la noche", titulado “El paredón en la Cabaña”, para conocer a fondo todo el sufrimiento ocasionado a estos cubanos por el sólo hecho de ser opositores al régimen.

En la Cabaña, casi todas las noches, de nueve a diez, se escuchaba el ruido de las armas de quienes fusilaban a oficiales de la Marina, el Ejército, a comandantes rebeldes, a jóvenes cristianos que antes de morir gritaban ¡Viva Cristo Rey!.

En las Naciones Unidas, cuando un grupo de periodistas preguntó a Ché Guevara si era cierto que en Cuba se fusilaba a diario, el argentino respondió: "Sí, es cierto, y seguiremos fusilando a todo el que se oponga a la revolución".

Mientras el Ché comandaba la prisión de La Cabaña, recién terminada la revolución, recibía cartas de muchas personas, algunas las contestaba; esta que les copio a continuación fue hecha pública por el “Centro de Estudios Ché Guevara” fíjense en la fecha, corresponde al tiempo en que probablemente al Sr. Vilasuso aún le duraba su entusiasmo revolucionario y en el que Don Javier Arsuaga mal llevaba su condición de capellán de La Cabaña:


5 de Febrero de 1959

Luis Paredes López


José María Paz,
Pabellón N° 8, piso N° 9
Depto. 93, Villa Celina,
Buenos Aires.

Estimado amigo:

Me alegra mucho recibir cartas de personas que se interesan por la actualidad americana.

De toda su exposición le diré que capta mi atención especialmente el tema a que usted se refiere sobre los fusilamientos. Creo que está en un error completo. Los fusilamientos son, no tan sólo una necesidad del pueblo de Cuba, sino también una imposición de este pueblo.Quisiera que usted se informara por prensa que no fuera tendenciosa para poder apreciar en toda su magnitud el problema que entraña.

Reciba un afectuoso abrazo de su siempre amigo.

Dr. Ernesto (che) Guevara,
Cdte. En Jefe Depto, Mtar.
La Cabaña.”

Como siempre, la culpa es de los medios...

La lista de los cubanos fusilados por orden del Ché y recopilada por el Dr. Armando Lago tras una trabajosa y larga investigación la pueden revisar en una página muy bien documentada en la que encontrarán mucha más información sobre este personaje
Ché: más mito que realidad”.

Pues de eso precisamente se trata, de la mitificación de un hombre que se distinguió en la vida por la cantidad de personas que asesinó o mandó asesinar, un ser abyecto de quien nuestro régimen va a publicar una apología “por capítulos” y del que pretende fabricar el ejemplo que le quieren meter a martillazos en el cerebro a nuestros niños, el mediatizado ideal del “hombre nuevo” en toda su humanidad.. pero eso si, de “perfil” y a contraluz... para que no puedan ver su verdadera cara...


Además, también les traemos un video titulado "Anatomía de un mito, el ché".

www.Tu.tv



En mi opinión el Ché fue una persona culta que pudo haber hecho el bien, pero fue usado por Fidel Castro y después asesinado por el mismo. Fue usado para matar y subir al poder a un monstruo imparable del cuál sólo con el tiempo nos libraremos.


Visto en Buensancho