ZOMO, violencia legal

ZOMO son las siglas de la infame Zmotoryzowane Odwody Milicji Obywatelskiej que en español significa Reservas Motorizadas de la Milicia de los Ciudadanos.
Esta organización contrasta con el FBI y parece ser uno de los tantos descendientes de la KGB.

En 1956 entró el comunismo a Polonia al tiempo que ganaba el Partido Unido de los Trabajadores Polacos de ideas marxistas y leninistas, un partido que mediante campañas sucias prometían que la clase dominante sería la trabajadora, como todo partido de extrema izquierda.
Bajo el lema de "proteger a la nación cueste lo que cueste" instalaron esta agencia. Fue un tipo de policía especial y elitista qué, entre sus técnicas, tenían permitidas las acciones terroristas, los secuestros, la fuerza bruta y violencia indefinida.

Con el paso de los años, el comunismo decaía popularmente en Polonia y el resto de Europa, mientras que los gobiernos marxistas mostraban más su cara oculta al pueblo.
Las protestas por los derechos de los civiles y humanos acrecentaron considerablemente para 1970. Los políticos del PUTP decidieron que se debía ejercer una mano dura y cruel contra estos disturbios.
Qué mejor manera de aplacar a las multitudes que con esta salvaje policía, azotando a la ciudadanía y matando a inocentes.

Acciones letales y sadismo en todo su esplendor, por esto se distingue tan efectiva empresa.
Con más de 13'000 integrantes, uniformes militares y rifles automáticos atormentaban protestas realmente pacíficas. En este punto quiero recalcar que éstas protestas pacíficas, en verdad lo eran y no las brutalidades que conocemos en México gracias a partidos de izquierda - ¿gracioso no? se manifiestan como amenaza y ahora son las víctimas -, dónde los integrantes de las protestas de Polonia marchaban un par de horas con pancartas denunciando la verdad, no suposiciones de fanatismo político y de alto lenguaje verbal.
Las protestas eran silenciadas, pero era una voz que jamás callaría y haría historia.

Cuando el catolicismo laico y los movimientos liberales del país rojiblanco se volvieron incontenibles, en 1980 Lech Wałęsa cofundó el primer sindicato real del bloque soviético, más bien un movimiento idealista de obreros en contra de los comunistas y socialistas, llamado Solidaridad.
El movimiento prendió Polonia e hizo temblar a la Europa comunista, el cual contaba, entre otros, con el apoyo del Papa Juan Pablo II originario de este país, y Estados Unidos, en su búsqueda por erradicar el comunismo autoritario.

Nuevamente el uso de ZOMO fue indispensable durante 1981 a 1983, cuando miles de miembros de Solidaridad fueron encarcelados injustamente y otros tantos heridos o muertos.
Sin embargo ya se veía la caida del bloque soviético, y dos años antes de que la misma Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas sucumbiera, en Polonia se derrumbó el socialismo y junto con ello se fue ZOMO, sucediendo en 1989. Un alivio para los habitantes.

Durante su reinado de terror, ZOMO utilizó transportes BTR-60 armados, ametralladoras semi-automáticas, rifles automáticos, gases tóxicos y una constante fuerza sangrienta.

Por su brutalidad, esta agencia de policía es mal recordada en los países de la Europa central.
Actualmente el uso de la palabra es un adjetivo calificativo, lo cual indica una finalidad negativa a quien se le imponga, tal como un término peyorativo.
Y los miembros de ésta elite no están exentos de cargos. Muchos fueron enjuiciados como a los oficiales nazis, declarando que cometieron crímenes contra la humanidad y la vida.

El uso de esta agencia no es tan conocido en el mundo, pero su legado no es algo de lo que los polacos quieran hablar.
En la historia queda escrito, como ZOMO aterrorizó a millones aún después de la 2da Guerra Mundial y los cientos de homicidios que cometieron. Todo ello producto de un gobierno corrupto, nulamente democrático y de izquierda totalitaria. Algo que en la actualidad se vive en muchos países.